Hoy en día, son pocos los que salen de casa sin su dispositivo móvil encima y cada vez son más aquellos que cambiaron su viejo móvil por un smartphone de última generación. La proliferación y la generalización del uso de estos dispositivos, unido a los cada vez más populares tablets, han hecho que no sólo no salgamos de casa sin ellos, sino que queramos utilizarlo en cualquier sitio y para cualquier fin, incluido para trabajar.

En muchos casos, estos dispositivos superan tecnológicamente a los proporcionados por la empresa, lo que hace que una de las grandes tendencias esperadas para este año es la conocida como BYOD (Bring Your Own Device) o “traiga su propio dispositivo”.

Esta tendencia consiste en permitir al empleado utilizar su propio dispositivo para acceder a la información y los sistemas de la empresa para trabajar. Este modelo tiene varias ventajas, tanto para el empleado que puede hacer uso de la última tecnología para trabajar, como para la empresa que, por un lado ve reducido su TCO (Total cost of ownership), es decir los costes a la compra de equipos y dispositivos informáticos, y por otro, ve como sus empleados cuentan con dispositivos que favorecen su productividad.

Sin embargo, esta tendencia trae consigo varios retos a la empresa. En primer lugar, el de gestionar la seguridad de la información corporativa en un entorno móvil heterogéneo. ¿Qué ocurre si el empleado pierde o le roban su smartphone? ¿y si éste cae en las manos inadecuadas? ¿Y si deja la compañía?

La información corporativa que viaja en los dispositivos de los propios empleados, como correos electrónicos, datos de clientes o contraseñas de acceso a bases de datos internas o aplicaciones corporativas, unida al uso de éstos fuera del ámbito profesional, pueden comprometer la información corporativa si la empresa no dispone de políticas de seguridad adaptadas a este nuevo entorno.

Para cubrir estas necesidades, ya existen soluciones de tipo MDM (Mobile Device Management) o de “Gestión de dispositivos móviles” que explotan las capacidades administrativas de las diferentes plataformas móviles existentes. Los MDM permiten gestionar de forma centralizada el uso que se hace de la información corporativa, además, muchas de ellas son capaces de integrarse en entornos tecnológicamente heterogéneos y administrar las principales plataformas móviles disponibles en el mercado.

Por otro lado, cada vez más, las empresas están tomando la iniciativa y apostando por el desarrollo de sus propias apps corporativas, exclusivamente diseñadas para uso interno por parte de sus empleados. Esto, unido a las necesidades de distribución de éstas apps de forma fácil y efectiva, principalmente a través de tiendas de aplicaciones internas, tipo App Store o Market, hacen que, debido a este entorno tecnológico heterogéneo producido por el BYOD, los desarrollos deban tener en cuenta la gran variedad de dispositivos operativos en la empresa.

En este sentido, existen soluciones de tipo Cross-platform o multiplataforma, que nos permiten abordar los desarrollos de apps móviles, alcanzando las principales plataformas disponibles en el mercado, sin tener que realizar desarrollos paralelos, es decir, sin tener que replicar las apps para cada plataforma.

Flexibilizar el uso de los dispositivos móviles personales para el acceso a la información corporativa, es una tendencia que muchas empresas ya están aceptando de una forma o de otra, y que, a su vez, plantea varios retos a los departamentos de TI, y la necesidad de soluciones para garantizar la seguridad de la información que los empleados almacenan en sus dispositivos. Igualmente, a la hora de iniciar desarrollos internos, nos encontramos con un entorno en el que conviven multitud de tipos diferentes de dispositivos, con características muy diferentes y plataformas distintas, y en el que son necesarias estrategias para reducir los costes de desarrollo.

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