Los UAV (Unmanned Aircraft Vehicle) o VANT (Vehículos Aéreos No Tripulados), conocidos también como drones, han ido adquiriendo cada vez mayor protagonismo en los últimos años. Su uso se ha extendido al público en general a través de drones comerciales, pero es en el sector empresarial y en el investigador donde se están empezando a mostrar aplicaciones y nuevos usos cada vez más interesantes.

Actualmente, han surgido empresas cuyas operaciones se basan en drones, los usan para la grabación de escenas  o la toma de fotografías aéreas. Este es el primer uso básico que se puede asociar a un dron con cámara, pero esto puede ir más allá si dotamos al drone de una mayor inteligencia.

Las áreas de actividad en los que se están usando los drones actualmente son muy diversas, algunas de ellas serían protección civil, vigilancia de fronteras, cartografía, seguridad ciudadana, entrega de paquetería, inspección de cultivos, revisión de infraestructuras, prevención de incendios, inspección de plantas solares, asistencia sanitaria, publicidad, etc.

Actualmente, muchas de las aplicaciones de los drones necesitan el control remoto de un operador, no obstante, cada vez son más los desarrollos orientados al reto de dotar de mayor inteligencia y autonomía a estas aeronaves a través de microprocesadores programables embarcados y apoyo en estación de control.

Cada día nacen empresas cuyo principal motor son los drones, y otras empresas o centros de investigación, están invirtiendo en proyectos basados en estos aparatos, donde los principales objetivos a corto plazo parecen ser mejorar la navegación autónoma y cooperativa, y la autonomía en vuelo.

Algunos ejemplos incluyen tareas de cooperación entre drones, capaces realizar tareas y movimientos complejos en coordinación con el resto de drones, como manejar una red, realizar construcciones o volar en formación. Proyectos innovadores como el drone de flyability, capaz de acceder a lugares donde otros no podrían y reciente ganador del concurso drones for good orgnizado por Emiratos Árabes y dotado con 1 millón de dólares, o SkySense, capaz de cargar su batería cuando se encuentra en la base, son ejemplos de ello.

En AYESA ya se han realizado proyectos donde los drones tienen un alto grado de importancia. En particular, podemos hablar del proyecto de I+D SysRobotics, un proyecto en consorcio liderado por AYESA, y en el que han participado varios centros de investigación. En él se ha aplicado la tecnología de drones para el análisis de infraestructuras críticas, tales como puentes o presas.

Dentro de SysRobotics se han desarrollado un conjunto de módulos de inteligencia artificial, tanto para los drones, como para los procesos que se realizan de forma paralela, evitando así el aumento de las necesidades de procesamiento de forma drástica dentro del dron. Por un lado, los drones, dotados con algoritmos de detección de obstáculos, son controlados para tomar fotografías que, posteriormente, son procesadas en la estación de control, desde la cual se reconstruye el modelo 3D de la estructura, y se detectan los posibles signos de deterioro como grietas o humedades.

Además de lo anteriormente citado, en AYESA seguimos investigando con drones, centrándonos actualmente en la navegación autónoma en interiores, donde se están investigando diversas opciones para la detección de obstáculos y el posicionamiento en interiores.

Si bien, la tecnología de UAV ya permite hacer uso de estos aparatos y apliarlos para diferentes tareas, aún queda un largo camino por recorrer en el uso civil, ya sea  en aspectos de Normativa como en autonomía de los mismos. Lo que sí está claro, que le auguramos un futuro prometedor y esperamos que nuevas aplicaciones de esta tecnología nos sorprendan cada día.

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