Pocos son ya los que desconocen el significado de wearable. Este anglicismo, referente a cualquier elemento tecnológico que puedas “vestir” está calando más profundamente en el día a día, a la vez que se va convirtiendo, prácticamente, en una necesidad más. Sin ir más lejos, el MWC (Mobile World Congress de Barcelona) de este 2015, supuso el pistoletazo de salida y un impulso definitivo para que las grandes marcas mostraran sus cartas.

Pero, ¿qué es un wearable? Básicamente, todo aquello que puedas llevar contigo y que asista tu día a día de una manera inteligente. Los artículos más representativos de este segmento son los relojes y las famosas gafas. Sin embargo, en esta feria internacional también se han podido encontrar otros elementos muy interesantes y no tan populares hasta ahora. Sin ir más lejos, la revista Computer Bild premió el Huawei Talk N1 como el mejor dispositivo en la categoría de wearable, un par de auriculares con capacidad de almacenamiento y de transmisión de datos vía bluetooth, principalmente orientados para aquellos deportistas que quieran escuchar música sin la necesidad de cargar con el teléfono móvil.

Los smart-watches constituyen el mayor porcentaje del mercado de wearables. A día de hoy, existe mucha discrepancia sobre su utilidad y el desembolso económico que requieren. Los hándicaps principales son la escasa autonomía y la limitación de ser, prácticamente, un complemento del teléfono móvil. Precisamente, para solventar esto, LG ha anunciado en Barcelona el LG Urbane Watch LTE. Este reloj es totalmente independiente del móvil y utiliza un sistema operativo no basado en Android Wear que, según afirman, le da una mayor autonomía de carga. En esta edición del MWC también destacó la presentación del primer reloj de Huawei, Huawei Watch (elegido como mejor wearable de la feria) con carcasas personalizables y orientado a deportistas, incorporando elementos como un monitor de ritmo cardiaco y sensores de movimiento.

Las smart-glasses parecen estar a punto de despegar. Google guardó sus cartas dando la sorpresa al retirar del mercado su prototipo de gafas inteligentes. Esta retirada estratégica busca sacar el proyecto del laboratorio y ofrecer una versión final comercializable y totalmente orientada a los usuarios finales. Mientras se mantiene esta incógnita, Sony ha apostado fuerte lanzando su modelo SmartEyeGlasses.

Pero, como ya se ha comentado, existe una infinidad cada vez mayor de dispositivos inteligentes. Además de los auriculares de Huawei, otro elemento que no ha dejado indiferente a nadie han sido las Acumulus9’s QuidredCam. Estas cámaras de tamaño bolsillo te facilitan el almacenamiento y la ordenación de las fotos que se van tomando, de una manera automática.

La innovación también corre de la mano de Ford. El fabricante estadounidense presentó un par de modelos de bicicleta eléctrica: Ford MoDe:Me y Ford MoDe:Pro. Esta bicicleta inteligente, además de asistir en la pedalada, también asiste en la conducción, por ejemplo, avisando mediante un sistema de vibración que alguien viene más rápido y que puede tener intención de adelantarte.

Sería un error considerar los wearables como si fueran simplemente accesorios o complementos. Actualmente existen una infinidad de aplicaciones y usos en diferentes ámbitos.

●     Salud: Las universidades, cada vez más, utilizan los wearables como sensores para obtener todos los datos necesarios para sus investigaciones. Los framewoks que envuelven estos dispositivos facilitan la transmisión y manejo de los datos, y la extracción de conclusiones. Sin ir más lejos, el pasado 9 de marzo, Apple, en su keynote,  puso a disposición de la comunidad investigadora un SDK opensource para el tratamiento de este tipo de información.

●     Deporte y entrenamiento: Las pulseras deportivas, relojes etc. son emisores continuos de información de posición, velocidad o cardiaca, lo que facilita el seguimiento de planes de entrenamiento personalizados y control de la salud durante los esfuerzos.

●     Negocios y viajes: Geolocalización de información, notificaciones locales. Otra utilización, por la que además Apple apuesta de lleno, es la de integrar funciones de llave inteligente y sistemas de pago en los propios wearables.

●     Ingeniería: Estos dispositivos permiten hacer uso de la realidad aumentada para la proyección  y simulación de modelos 3D. También te facilitan el control y asistencia remota. Tengamos en cuenta, por ejemplo, los beneficios de ofrecer la visión que puede tener un técnico, evaluando un terreno de difícil acceso, a un conjunto de ingenieros.

●     Seguridad: Las gafas tienen más potencial del que se puede intuir. Sin ir más lejos, la policía de Dubai tiene planteado utilizar estos dispositivos para facilitar las labores de defensa.

El MWC solamente ha venido a confirmar lo que llevamos intuyendo desde hace bastante tiempo. Cada vez más, nuestro confort y seguridad parecen depender más de la inteligencia artificial de los elementos que nos rodean (wearables, domótica, autonomía de drones etc.). Pronto los wearables servirán para definirnos, como pasa actualmente con el mundo de la moda, llegando, incluso a depender de ellos. En un espacio de tiempo ridículamente pequeño hemos dependido de las comunicaciones y de internet, totalmente. Actualmente, el proceso de dependencia del teléfono móvil está prácticamente completado. ¿Llegaremos a depender de los relojes, las gafas o las pulseras inteligentes? La necesidad está creada, solamente parece ser cuestión de tiempo.

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