Probablemente hayas escuchado hablar de economía colaborativa, consumo colaborativo, sharing economy o te suenen términos como crowdsourcing, crowdfounding o coworking entre otros.

Se trata de un modelo económico construido sobre redes distribuidas de individuos y comunidades conectadas, en lugar del modelo tradicional centralizado en las organizaciones, transformando de esta forma la manera en la que producimos, consumimos, nos financiamos o aprendemos.

Este modelo propone un cambio de nuestro role en la economía y en la sociedad, desde un modelo económico industrial, donde somos consumidores pasivos, a una economía colaborativa donde nos convertimos en productores, financiadores, proveedores, etc.

La economía colaborativa está relacionada con un mejor uso de los recursos, por ejemplo, supongamos que compramos un vehículo, pero la mayor parte del tiempo lo tengo en mi garaje. ¿Qué uso real le doy a mi vehículo? De forma general, nuestros vehículos pueden permanecer sin uso aproximadamente el 90% del tiempo!

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Pero, ¿y si compartimos nuestro vehículo con otras personas ese 90% del tiempo que no está en uso? Esto nos permitiría obtener ingresos de otras personas que necesitan un vehículo y no son propietarias de uno o, ahorrar dinero utilizando el vehículo de otra persona, sin necesidad de comprar uno.

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Si bien el modelo no es nuevo, la tecnología y las plataformas existentes en la actualidad, han supuesto una revolución facilitándonos enormemente el acceso a esta economía, pudiendo hacer cosas con desconocidos y de forma segura como: alquilar un apartamento en París, organizar un viaje en coche desde Sevilla a Madrid o financiar la producción de un disco de un grupo de música.

Veamos algunos ejemplos de este tipo de plataformas:

Airbnb, es un Marketplace p2p para el alquiler de viviendas entre particulares, donde los arrendadores tienen que aceptar las solicitudes de los potenciales arrendatarios antes de formalizar el alquiler, ambos tienen puntuaciones y comentarios de otros usuarios en su perfil. La confianza se basa en la reputación online en la plataforma. Igualmente, Airbnb se encarga de velar por el funcionamiento del sistema, gestionado por ejemplo los pagos a través de su plataforma y transfiriendo el dinero al arrendador una vez se ha verificado que se ha realizado el check in correctamente, así como verificando propiedades, aportando fotografías realizadas por personal de la propia plataforma.

Uber y bla bla car. El primero de ellos permite a cualquier usuario registrado como conductor, realizar servicios de transporte de personas. El segundo, es una plataforma de carpooling que facilita la organización de un viaje programado en un vehículo particular, generalmente de larga distancia, entre varias personas compartiendo gastos.

Kickstarter es una plataforma de crowdfunding centrada en la creatividad. Permite recaudar fondos de cualquier persona que esté interesada en impulsar el proyecto. Generalmente se establece un objetivo de recaudación, y se abre un plazo para que cualquiera indique su interés en apoyar el proyecto y con qué cantidad, si se consigue llegar al objetivo previsto, se recaudan los fondos y comienza el desarrollo del proyecto. Igualmente, todos los inversores suelen recibir algún tipo de gratificación una vez completado el proyecto, dependiente de la cantidad invertida.

LendingClub es una plataforma de préstamos entre particulares que opera en EEUU, donde cualquier inversor particular puede buscar y seleccionar el préstamo en el que desea invertir, utilizando como base, la información aportada sobre el solicitante, la cantidad del préstamo, el nivel de interés, y el propósito del préstamo.

Udemy es una plataforma de elearning que permite a los usuarios crear cursos, promocionarlos y obtener ingresos mediante las tasas de las matrículas de sus alumnos.

La lista es mucho más amplia: Carpooling, SocialCar, trenhub, Wimdu, Chicfy, Lanzanos, Goteo, feastly, NeighborGoods, Wallapop, Lyft, knok, trip4real, eatwith, etsy, …

Como se puede observar, se trata de un modelo cada vez más extendido y utilizado, que se apoya en la reputación digital como modelo de confianza entre desconocidos, y que sin duda nos ofrecerá nuevas posibilidades en el futuro, cambiando la forma en la que hacemos uso de los recursos.

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